Isidor y yo nos sentamos uno al lado del otro en el muro de piedra donde habíamos tenido una cita juntos en el pasado y miramos la luna.
Una luna elegante y hermosa que se volvió roja como un rubí.
La Luna roja, que el diablo había estado anhelando, era solo una vista inusual que creó una atmósfera misteriosa cuando desapareció sin dejar rastro.
—Princesa. ¿Estás bien?
Isidor, que había estado mirando la luna durante un rato, me miró suavemente a los ojos y preguntó.
—Como puedes ver. Me encuentro genial.
Me recuperé tan rápido que hasta yo me sorprendí.
Así que parecía que no había pasado nada.
Era difícil de creer que el Gran Demonio había aparecido hace solo dos días, ya que mi vida diaria y la de mi preciada gente no era muy diferente a la habitual.
Estuve holgazaneando en la cama comiendo bocadillos, mientras mi padre y los gemelos se encontraban ocupados escribiendo un informe sobre el incidente.
Ese día, Enrique, que había temblado solo en una casa vacía, pasó un rato leyendo un libro, aferrado a mí.
Oh sí.
Después de eso, una cosa ha cambiado.
El hecho de que cada sirviente con el que me encuentro por casualidad me mira con ojos llenos de asombro y respeto.
Incluso vi a un par de criadas discutiendo en el pasillo sobre asistir al baño de la Santa.
“Era la mina terrestre* más rechazada por los sirvientes de Seymour”.
(N/T: Se refiere a una persona que quieres evitar.)
No puedo creer que la mirada de terror a la que estaba acostumbrada, haya cambiado tan repentinamente.
Por supuesto, sus miradas cambiaron, pero no lo sentí mucho porque no había ningún sirviente lo suficientemente valiente que se atreviera a hablarme primero.
Recordando lo que había sucedido en los últimos dos días, miré el perfil de Isidor y agité ligeramente las piernas de un lado a otro en la pared de piedra.
—Honestamente, Lord Isidor parece más ocupado que yo. Así que me sorprendió verte hoy.
Con solo mirar a su padre, a quien llamaban constantemente a la familia imperial para informar sobre las circunstancias del incidente, podía adivinar lo ocupado que debía estar Isidor.
—Dado que es un caso complicado que involucra al 3er Príncipe y a la 4ª Reina, hay muchos documentos por completar. La Familia Imperial todavía está investigando el incidente.
Isidor dejó escapar un largo suspiro.
—En ese momento, tendría que haber dicho que tendría citas con la princesa más seguido. Eso era lo más importante.
Me reí a carcajadas por su broma llena de quejas.
No hay manera de probar si el deseo que Isidor expresó con fervor en ese momento desesperado fue o no tan poderoso como su aforismo.
Sin embargo, la razón por la que le pedí a Isidor que confirmara mi deseo, aunque era casi una superstición, fue por el recuerdo de Nayla.
—Odio a las chicas buenas. No son de mi gusto.
El hombre que se parecía a Isidor, que respondió con tanta frialdad, sollozó tristemente frente a Nayla, que vivía una vida de tiempo limitado.
—No llores. Porque no hay nadie aquí para consolarte. Ya no soy una buena persona.
Nayla, aterrorizada por el destino como santa que le habían dado, le pidió a Seymour que sellara su poder divino con una antigua magia.
Debido a que se redujo la densidad del maná, era prácticamente un sello que nunca podría romperse, pero chocó con el artefacto antiguo que tenía Philap y el sello se rompió.
—Si tuviera una próxima vida, me gustaría ser una mala persona.
—Ja… ¿tú?
Al escuchar la declaración repentina de Nayla, el hombre se frotó los ojos y dijo como si estuviera desconcertado.
—¿Por qué no? Una chica mala se adapta a tu gusto. Puedo hacer eso.
—El intento de adaptarse a mi gusto ya ha fallado.
—Oh, es cierto.
— Ja. Tendrías que renacer dos veces para volverte un poco malvada.
Obviamente, el hombre debe haberlo dicho medio en broma para aligerar un poco el ambiente.
Sin embargo, no pude evitar la sensación de que la razón por la que nací dos veces a través del cuerpo de Yoon Do-hee fue por las palabras que salieron de la boca de un hombre que era descendiente de un dragón.
“Debe haber sido sincero, no medio en broma”.
Negué con la cabeza.
—Tus palabras son efectivas.
—…. Por cierto.
Isidor de repente habló con una expresión seria.
—¿Recuerdas el otro día? El diablo me dijo que me parecía a un hombre. Una cara con estas proporciones doradas no es algo común.
—……
—En ese momento, pensé que podría ser una guerra psicológica de alto nivel para avergonzarme, pero cuando llegué a casa y lo pensé, solo había una persona que se parecía a mí.
—¿Lock Visconti?
Sus ojos se abrieron.
—¿Cómo sabe la princesa el nombre del primer Visconti?
—Tengo recuerdos de Nayla en mi cabeza. Lo vi a menudo en mis sueños.
Isidor, que estaba mirando hacia la luna roja, de repente tocó mi mejilla ligeramente.
—Era una persona inusual, porque después de haber establecido a la familia Visconti, se la entregó a su hermano menor y desapareció.
—……
—Y creó Blanchia antes de morir.
—……
—No sabía eso en absoluto, pero lo descubrí hoy en un sueño. Como si yo fuera esa persona, lloré frente a la estatua de la Santa. Tan pronto como me desperté, de repente sentí muchas ganas de verte.
De repente me sentí tan sofocada que no pude respirar.
En este lugar donde no había nadie de quien depender, sin Blanchia y el Maestro, hubiera sido como estar a la deriva en el vasto mar.
—No estoy seguro sobre el poder de la palabra, pero tal vez exista el destino.
Susurró Isidor mientras dejaba caer sus labios sobre mi frente y lo abracé con fuerza para sentir su calor.
—Sí. Claramente existe.
¡Boom!
Entonces escuché algo explotar y me estremecí en sus brazos
—Tenía algunos fuegos artificiales sobrantes que le había comprado a los magos reales la última vez y los encendí… ¿Te sorprendió?
Me sorprendió escuchar el sonido de los fuegos artificiales, los incidentes recientes debieron haberme afectado.
—Pensé que sería genial ver fuegos artificiales aquí.
—Es bastante genial.
Dije tímidamente y lancé mis ojos a las llamas rojas que estaban en plena floración como flores.
Isidor sacó una cobija de algún lado, me envolvió en una cálida cobija y me volvió a abrazar, y yo tomé su mano con fuerza y abrí la boca.
—.…Cuando te conocí, no sabía que eras una persona tan meticulosa y amable. Pensaba que eras solo un amante del oro.
—No está mal,— se rió a carcajadas.— Tampoco sabía que la princesa podría ser una persona tan encantadora y linda.
—.……
—Y recta, maravillosa y diligente …..
—No soy muy diligente. Me gusta más jugar que trabajar. Si me lo propongo, puedo quedarme sin hacer nada durante un mes entero y no levantarme de la cama.
—Pero, ¿por qué has estado trabajando tan duro como una adicta al trabajo?
—Quería ahorrar dinero y comprar un título dentro de dos años.
—¿Por qué el plazo fue tan corto?
—Porque no quería casarme.
En ese momento, Isidor comenzó a toser violentamente, y mi cuerpo en contacto con el suyo, se estremeció.
—Alguien de la familia se había puesto en contacto con el extraño hijo de una familia de condes.
Dije lentamente.
—Sobre todo, si tienes un título, puedes vivir como se te plazca.
—Oh, es por eso que me preguntaste el precio. Eres una princesa independiente, autosuficiente y emprendedora.
—¿Sabes lo sorprendida que estaba de que el título fuera más caro de lo que pensaba?
Incluso ahora, cuando pienso en el momento en que escribió la cantidad de 10 mil millones, mi columna se enfría.
—En este momento, la princesa puede elegir el título que quiera y obtenerlo. Es la encarnación de la Santa y la heroína que salvó al imperio. Para ser sincero… con el impulso adecuado de Seymour y la popularidad de la princesa, también podrías aspirar al trono imperial. Estoy listo para abandonar al Príncipe Heredero en cualquier momento….
—¿El trono imperial…? El solo pensarlo me da dolor de cabeza. Para ser honesta, estoy demasiado ocupada tratando de mantener mi negocio actual en orden.
Pronto vendrán baristas del sur y planeo iniciar un negocio de franquicias, pero el sueño de ser una desempleada parece lejano.
—Ya veo.
Isidor asintió lentamente, lamiéndose los labios y aclarándose la garganta mientras tosía varias veces.
—¿Qué sucede? ¿Estás resfriado?
—No. Bueno, resulta que se descubrió una fuente termal en la finca del sur.
¿Por qué está hablando sobre aguas termales de repente?
—Se está desarrollando como un centro turístico, por lo que si la princesa quiere, puede disfrutar de las aguas termales durante todo el mes y relajarse. Mientras trabajas como socio.
—Es bastante tentador.
Cuando le di una buena respuesta, Isidor comenzó a mover la cola como un zorro, y comenzó a publicitar, como un embajador de relaciones públicas, las cosas divertidas que hay en su territorio y lo cómodo que es para descansar.
También mostró en secreto el tamaño de su fortuna.
—.… Ahora ve al punto. Isidor.
—Ejem, hmm este…. ¿Siguen siendo válidos esos pensamientos negativos sobre el matrimonio?
—Bueno…..
Mientras prolongaba la respuesta, pude ver las orejas de zorro caídas por alguna razón.
Desde hace un tiempo, su interior me resultaba claramente visible, así que no pude evitar contener la risa.
—Por cierto, quiero ver el hermoso rostro de milord todos los días y quiero que viajemos juntos a las aguas termales para tomar un descanso del trabajo y divertirnos.
—……
—Significa que la única persona con la que quiero compartir mi futuro es contigo Isidor, tú eres el único.
Presioné mis labios contra el dorso de su mano, y los ojos de Isidor se abrieron como platos.
Sus mejillas parecían más rojas que la luna llena roja sobre el cielo.
—Ah, la princesa siempre sacude mi corazón cada vez que tiene tiempo libre.
Isidor se frotó la mejilla y murmuró.
—Es por eso que es divertido y emocionante, ¿no es así?
Él sonrió.
—¿Cómo lo descubriste? No puedo quitarte los ojos de encima cada vez.
—También me resulta difícil apartar mis ojos de ti, porque eres muy guapo. No es necesario decírtelo, ya que pareces saberlo mejor que nadie.
Isidor se rió juguetonamente.
—Puedes mirarme. Soy todo tuyo.
—Está bien.
Isidor y yo nos miramos como si tuviéramos una pelea de miradas, entonces nos sonreímos y luego, lentamente, juntamos nuestros labios como poseídos por algo.
—Me gustas mucho.
Él susurró.
Isidor fue mi primer compañero, socio confiable, consejero atento y hasta un amante amoroso y afectuoso.
Quizás soy la persona más afortunada del mundo por haberlo conocido.
“Bueno, salvé al imperio dos veces, así que debería haber nacido con este tipo de suerte”.
—Te amo. Deborah.
Dulcemente pronunció mi nombre y confesó.
Envolví mis brazos alrededor de su cuello, sintiendo, una euforia vertiginosa como si estuviera volando, y al mismo tiempo, un ardor en mi estómago.
—Yo también te amo. Isidor.
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