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(Novela) Las circunstancias de una verdadera villana Capítulo 47

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Descuidadamente acarició la mejilla de Seria con su dedo.

 

—¿Tengo algo?

 

—No.

 

—… ¿Entonces qué estás haciendo?

 

—Si. ¿Qué estoy haciendo?

 

 

Una hora más tarde.

 

Lesche salió del dormitorio de la gran duquesa. Había tirado de la cuerda justo antes de irse, y una criada caminaba rápidamente hacia la habitación. Después de decirle a la criada, que se asustó tan pronto como lo vio e inclinó la cabeza, que chequeara la chimenea en el dormitorio de la Gran Duquesa, siguió adelante.

 

—Su Alteza.

 

***

 

Ya habían pasado tres días, pero todavía era un poco extraño que Ben y Johanna, que habían estado en la mansión verde durante casi diez años, todavía estuvieran allí.

 

Como el mayordomo, que se había quedado solo en la mansión de Laurel, regresó, no pudo evitar hablar sobre la agenda relacionada con la reorganización de los asuntos internos.

 

Ben, que había estado tomando notas durante un tiempo, dijo mientras tomaba los papeles.

 

—Hmm, Su Alteza. ¿Cómo va a administrar sus finanzas personales?

 

Debido a que el archiduque y el mayordomo estaban separados, no hubo nadie para supervisar el castillo durante un tiempo. Entonces, tan pronto como Ben entendió la situación, mencionó el asunto del dinero de la gestión interna del castillo.

 

—En primer lugar, escuché que Linon-nim estaba a cargo de operarlo… ¿No es por eso que la gente muere por exceso de trabajo?

 

—No es para tanto.

 

—El exceso de trabajo de Linon-nim es desmedido, pero lo digo porque me pregunto si la joven, que es la Gran Duquesa, se hará cargo del dinero de la administración interna.

 

Ante las palabras de Ben, Johanna también se enfrentó y dijo: —Es el momento.

 

—Yo también lo creo, mi señor. A este ritmo, algún día podrán hablar.

 

—Si alguien lo oye, pensará que soy un pedazo de basura que trata mal a su esposa.

 

—No me refiero a eso.

 

—Incluso en la capital imperial, todo el mundo sabe que es temporal, pero ¿qué hay del castillo?

 

Mientras pensaba en ello, Lesche frunció el ceño.

 

—Pregúntale a Seria, y si quiere hacerlo, entrégaselo. Dejemos que Linon lo vea durante al menos tres meses.

 

—Sí. Entonces también le preguntaré a la dama sobre sus intenciones en este tema.

 

—Le vas a preguntar a Seria como si fuera obvio.

 

—¿No se siente más cómodo con eso, Su Alteza?

 

Lesche tuvo que admitirlo.

 

—Sí.

 

Por otro lado, no pudo evitar conocer sus planes.

 

—Hágalo con moderación. No planea quedarse aquí mucho tiempo.

 

Aunque se omitió el sujeto, era imposible no saber qué se refería a Seria.

 

—Por supuesto. Su Alteza.

 

—Solo responde honestamente.

 

—Simplemente nos gusta mucho la señorita. ¿No es así, Johanna?

 

—Sí.

 

A sus ojos, Seria parece una especie de héroe.

 

Por supuesto… Se vería así. Ella fue quien eliminó la pesadilla de sombra que había plagado la mansión de Berg durante tanto tiempo. Es cierto que el edificio del que no podían escapar pronto se habría derrumbado, ¿cuántas personas pueden vivir cómodamente en él ahora?

 

No había necesidad de hablar sobre cómo veían a Seria, que los había salvado de su mayor miedo.

 

Lesche frunció el ceño y agregó.

 

—Es suficiente con darle una clara recompensa por salvar la mansión más tarde.

 

—Sí, Su Alteza. Eso es muy sabio de su parte.

 

La respuesta fue buena. ¿Es influencia de Linon o de Martha?

 

—Entonces, mi señor. El marqués de Haneton está ocupado limpiando el salón de bodas que había sido magníficamente preparado para recibir a la señorita Seria. Escuché a los vasallos hablar.

 

—¿Por lo tanto?

 

—Pensé que sería bueno celebrar una boda más grandiosa para la señorita en Berg.

 

—Ha pasado menos de una hora desde que dije que lo haga con moderación.

 

Ben soltó una carcajada. Lesche dijo mientras miraba el papeleo.

 

—Si quieren celebrar una boda, busquen una pareja. En nombre del Gran Duque, les celebraré una boda lujosa comparable al del marqués.

 

Ben y Johanna se miraron.

 

—Cada uno de nosotros tiene nuestro primer amor, Su Gracia.

 

—Ambos nos casamos durante nuestra estadía de diez años en la mansión verde.

 

—Puedes ir a buscar a otra persona.

 

Johanna inclinó la cabeza.

 

—¿Le gustaría a Ben hacerlo?

 

—Lo siento. Nunca he olvidado a mi primer amor.

 

—Yo tampoco.

 

Lesche levantó la cabeza

 

—¿Primer amor?

 

—Sí. Su Alteza.

 

—¿Su Alteza no tiene un primer amor?

 

—No hay tal cosa.

 

Él era el único que nunca había sentido el amor común entre padres e hijos. La palabra “primer amor” era solo un lujo. Está ridículamente fuera de lugar.

 

Desde el momento en que nació, la educación de su madre, la Gran Duquesa, fue dura.

 

Sobre todo, ¿no se suicidó delante de él? Si la Gran Duquesa lo hubiera amado de verdad, no se habría suicidado así delante de su hijo.

 

¿Sabría que después de eso, no podría cerrar los ojos, y mucho menos dormir, por un tiempo?

 

Bueno, si lo hubiera sabido, no habría cambiado nada. Fue solo un pensamiento pasado. Lesche levantó la cabeza. Sus ojos se dirigieron a la ventana sin motivo alguno. El dormitorio y el piso del Gran Duque son diferentes, pero la dirección de la ventana es la misma y la vista es similar.

 

Tenía curiosidad por saberlo.

 

—¿Realmente nunca puedes olvidar tu primer amor?

 

—En mi caso no.

 

—Yo tampoco.

 

—Maldición.

 

—¿Qué?

 

Primer amor. Lesche recordó que Seria cambió después de conocer al marqués Haneton. Sabía cómo había cambiado Seria después de enamorarse. Lesche bajó la mirada. Se sentía cansado.

 

***

 

“Guau. Descansar es lo mejor”

 

Desde ayer he estado descansando en la cama todo el día. Había mucha gente sirviéndola, por lo que no hubo ningún problema con sus extremidades que habían estado sin moverse durante un tiempo. Después de remojarse en agua caliente con aceite perfumado y recibir un masaje, se sintió mejor en unas horas.

 

Sonrió mientras miraba las uñas de sus manos y de los pies recién pulidas y arregladas.

 

Amo el lujo y la relajación. No sé si es porque viví una vida agitada durante un año desde que poseí a Seria, pero ha pasado mucho tiempo desde que descansé así.

 

Los recorridos por el glaciar no son un gran problema. Además, está diadema, que ahora es un collar, también hizo que se sintiera mejor.

 

Porque emite poder divino sin interrupción. Era como el brazalete de germanio que compró una vez en su vida anterior. ¿Quizás por eso Lina seguía usándolo en su frente en la historia original? Bebí un sorbo de jugo de manzana mezclado con hielo.

 

Este descanso perezoso se hizo añicos a la hora del almuerzo. Fue porque Linon, que ni siquiera había asomado su nariz ayer, se acercó a mí mientras se secaba los ojos con un pañuelo.

 

—¿Linon?

 

—No pude venir ayer porque estaba ocupado, señorita. Tengo que darte las gracias. Gracias a usted, ahora esa fría y sucia … No. Estoy feliz de no ir a la mansión verde inmunda. Fue la gracia de las estrellas que la joven viniera a este castillo.

 

—… ¿Estás llorando por eso?

 

—Tengo una cosa más por la que estar agradecido.

 

—¿Eh?

 

Entonces dejó frente a ella un libro.

 

—Pensé que estaba sobrecargado de trabajo.

 

—¿Qué es esto?

 

—Es el dinero destinado a la administración interna del Gran Ducado de Berg.

 

—¿Por qué me muestras eso …?

 

En un instante, algo pasó por mi mente.

 

Antes de ir a la Mansión de Laurel, fue un momento ruidoso cuando Lina, Kalis y otros invitados aún permanecían en el castillo.

 

Antes de la fiesta de fin de año, Linon de repente me dijo algo.

 

 

—¿Cuándo es la fiesta de fin de año?

 

—Pasado mañana.

 

—¿Viene el sumo sacerdote en cuatro días?

 

—Sí.

 

—¿Pero por qué me dice eso?

 

—… Supongo que realmente no lo escuchó aún. Esto es todo lo que la dama tiene que hacer.

 

 

Cierto.

 

—¿Quieres que me ocupe de los asuntos internos?

 

—Sí señorita.

 

Me sorprendieron las repentinas palabras de Linon.

 

—Aún así, estaré a su lado para ayudarle durante unos tres meses.

 

—Aprenderé de Linon, ¿no?

 

—Porque soy el ayudante principal que es leal a la señorita Seria.

 

—…….

 

Si los emoticonos existieran en este mundo, ¿Linon no pondría siempre ‘^^7’* al final de cada documento que le enviara? Solo tuve ese pensamiento.

 

(*N/T: es algo que después aparecera más adelante, alrededor del capítulo 150-160, pero recuerdo que en su momento leí que ese emoticon se usa para expresar lealtad. Es como un saludo militar (?)

 

De todas formas… el matrimonio era temporal, pero la boda que celebramos Lesche y yo no fue una ceremonia sencilla en la que participaron los sacerdotes.

 

Porque fue la boda de Stern, la que tenía una hora y lugar puntual.

 

Un hombre y una mujer jóven se casaron, excepto por el hecho de que sus parejas habían cambiado, no había ninguna razón por la que no sea considerado legítimo. Así que era correcto que ella se hiciera cargo de los asuntos internos y los manejara mientras sea la Gran Duquesa.

 

Porque a menudo había situaciones en el Imperio Glick que eran peores que la suya.

 

El ejemplo más típico es una relación de compromiso.

 

Una vez terminada la ceremonia de compromiso, antes de la boda, primero ingresa en la casa de la otra persona.

 

No era un caso común. Por lo general, se daba cuando la familia de la mujer estaba muy por detrás de la del hombre.

 

Por supuesto, no estaba destinado a ser tomado como una burla. Se casaban porque se habían enamorado y superó la diferencia familiar, así que no podía ser ridiculizada. Más bien, fue una especie de consideración para ayudar a la otra persona que está acostumbrado a un hogar más pequeño a acostumbrarse rápidamente a un hogar más grande.

 

(N/T: por ejemplo cuando la hija de un barón se casa con un duque. Un matrimonio que está muy por encima de sus posibilidades y donde la novia tiene que recibir educación, para administrar en el futuro el ducado)

 

Tal vez por eso.

 

Para los jóvenes aristócratas, esto era muy romántico. Bueno, había muchos en este mundo que sueñan en convertirse, en el futuro, en un príncipe o una princesa.

 

De todas formas, habían muchos casos en los que diferentes jóvenes se hicieron cargo de los asuntos domésticos incluso antes de que se celebrara la boda.

 

Así que es correcto que administre los fondos internos, pero, sinceramente, está un poco triste. Dado que aún no había recibido la aprobación de la familia imperial, era prácticamente más un compromiso que un matrimonio formal. Como resultado, cualquiera puede ver que ella es la “persona de la familia que está por detrás”.

 

Incluso si pertenece a la familia Kellyden, frente al Gran Ducado de Berg, es ella la que debe acostumbrarse a una mansión más grande. Por supuesto, decidí desempeñar el papel de anfitriona con todo mi corazón, pero esto se convirtió cada vez más en una realidad.

 

—¿Señorita?

 

Linon estaba un poco confundido.

 

—¿Por qué de repente se ve triste?

 

—Me doy cuenta una vez más de que soy su esclava …

 

—¿Qué? No señorita.

 

Linon fue muy ingenioso.

 

—Su Alteza no dio la orden de hacer trabajar a la joven.

 

 

 

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