¿Soy una ardilla? ¿Por qué, cómo, y para qué?
Cuando abrí los ojos, era una ardilla.
Y no cualquier ardilla, sino una preciosa y rara “criatura divina” que puede calmar el poder mágico de un mago.
¿Pero no era yo un humano?
Para volver a ser humano, necesito acumular magia poco a poco.
Y resulta que hay alguien perfecto para esta tarea: ¡Johann Highlad, quien en el futuro se convertirá en un temible villano!
Lo visito cada noche, le doy bellotas, le acaricio la cabeza,
y, al mismo tiempo, me esfuerzo por recolectar su enorme poder mágico.
“Mi ardilla.”
¿Eh? ¿Yo? ¿Desde cuándo?
“No debes vagar peligrosamente en lugares donde no estoy.
De lo contrario, no podré protegerte.”
“¿Chirrido?”
Este joven noble, que crecerá para ser un villano,
es extraño. ¡Muy extraño!
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