Sirenas… un nombre derivado de una antigua criatura, utilizado para describir a aquellos que podían encantar, atraer, controlar y curar a otros cantando.
Sometida a vivir la vida de una sirena, Aria había experimentado, visto y oído muchas cosas horribles. Destrozada sin remedio, Aria se resignó a morir, cuando de repente…
El Gran Duque, Lloyd Cardence Valentine, llegó y susurró: “¿Debo matar a todos los presentes?”.
“Si me necesitas, llámame. Tu canción siempre me llegará, estés donde estés”.
Al final, Aria llamó al diablo, trayendo la muerte a todos los presentes, junto con ella misma.
“Caigamos juntos al infierno”.
Y con eso, Aria exhaló su último aliento y murió… sólo para despertarse en su cuerpo de 10 años.
Ahora que tenía una segunda oportunidad en su vida, Aria estaba decidida a cambiar su destino, así como el cruel destino de su salvador, el Gran Duque Valentine.
Y así… Aria se le declaró con un contrato matrimonial.
Ella vendió su alma al diablo y juró protegerlo.
[Cásate conmigo]
Aria extendió su mano y le dio el contrato.
[Divorciémonos en 10 años…]
El joven duque tomó el contrato de su mano.
“Entonces, ¿dónde debo estampar el sello?”
“Dijiste que te divorciarías de mí en diez años”.
El villano adulto se inclinó hacia ella, alzando la cabeza antes de besarla tiernamente sobre la coronilla.
“Ahora que somos adultos, deberíamos firmar otro contrato”.
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