Se sabe que Eurenia perdió la vista y la voz mientras intentaba salvar al padrino Euclides. De hecho, sus padres la obligaron a tomar veneno y lastimarse. Usando esto como excusa, se casó con el duque Euclides. Pero al final, el duque la encarceló y murió de adicción a las drogas.
“Si hubiera sabido que mis padres me utilizarían y abandonarían de esta manera, habría intentado rebelarme.”
Volviendo ella cuatro meses antes de su muerte, le pidió el divorcio al duque y planeaba irse en busca de una cura, pero toda la verdad fue revelada. De paso… Los fríos ojos del Duque se clavaron tenazmente en Eurenia.
“Eurenia, dime que nunca más me traicionarás.”
“¿Me estás perdonando?”
“Honestamente, no se si estoy haciendo mal”.
“¿Eso piensas?”
“De todos modos, ¿eso no significa que me codicias?”
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