Cuando Inés, de seis años, se fijó en el apuesto heredero de la Casa Escalante, lo convirtió en su prometido. Como todos los nobles son iguales, pensó que podría elegir a uno guapo. Pero el Señor Cárcel aún no está preparado para este tipo de compromiso, ¡y se pasa la siguiente década y media evitando el matrimonio a toda costa!
Por suerte, eso no es problema para Inés, ya que este fracaso matrimonial es exactamente lo que ella quiere. De hecho, tiene su bendición para divertirse lo que quiera siempre que se mantenga al margen de sus asuntos. Por desgracia, ser un mujeriego no es tan divertido cuando tu prometida te da permiso. ¿Y esto no significaría que ella también le está engañando? Ahora, Cárcel está decidido a hacer que Inés cambie de opinión sobre él y a demostrarle que puede ser el marido que siempre ha deseado.
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