Cayena abrió lentamente los ojos.
“Realmente estoy de vuelta”.
Acostada en la cama, pensó en esta situación caótica.
Cayena era la villana de la novela “La dama de la rosa negra”.
‘Así es, es una novela’.
Sin embargo, la situación no era tan simple como solo eso.
En la novela, actuó como una verdadera villana y, como corresponde a tal papel, fue asesinada por su loco esposo.
En su segunda vida, nació en la República de Corea. Por supuesto, no recordaba su vida como Cayena, pero había leído una novela llamada “La dama de la rosa negra”. En esa novela, Cayena fue retratada como un personaje tonto y malvado.
En realidad, la mayoría de los personajes eran así. Todos los personajes, excepto la heroína, eran socialmente poderosos, pero estaban locos.
Rezef era un sociópata; Heinrich estaba loco de poder; y Bayel, ¿era siquiera humano?
Entre ellos, Raphael, el protagonista masculino, parecía ser el más normal, pero también tenía algunos problemas mentales.
“La novela trata sobre cómo todos los personajes fueron influenciados por la heroína”.
La heroína original, Olivia, fue un estabilizador viviente que llenó las deficiencias de los personajes.
Cayena fue impulsada por sus celos y trató de envenenar a Olivia.
Pero a pesar de que ella era la villana, Cayena por sí sola no era lo suficientemente malvada como para matarla.
Más bien, fue utilizada como una marioneta por su tiránico hermano menor.
Rezef quería controlar a Olivia, así que controló a Cayena para envenenarla.
Parecía tener éxito.
Pero Bayel, el poderoso mago y dueño del Jardín de Rosas Negras, le dio a Olivia su poder y la revivió.
Por eso el título de la novela era “La dama de la rosa negra”.
Después, la historia castigó previsiblemente a los perversos personajes.
Sin embargo, como lectora, no quedó impresionada por las narrativas de los personajes principales.
Más bien, se sintió atraída por la vida de la villana, Cayena.
Sin embargo, la razón por la que estaba tan preocupada por su historia resultó ser porque era su vida anterior.
‘Pensar que yo era la villana de la novela’.
Por alguna razón, ella había regresado a la vida de Cayena. Más que eso, también fue cuando solo tenía diecinueve años, antes de cumplir la mayoría de edad.
‘Probablemente morí, ¿verdad?’.
Ella solo conocía a la persona que la apuñaló por la cara.
Recordó que hubo un escándalo en la empresa: el hombre había tenido una aventura. Tuvo que entregar el proyecto en el que estaba trabajando por eso.
‘Eso ya es solo una vida pasada’.
Puede que haya perdido muchas cosas, pero había sido una vida miserable.
La mujer había sido competente.
Ella era lo suficientemente competente para ser útil, y más que suficiente para representar una amenaza para los demás.
El director ejecutivo Kim la convenció de que siguiera sus órdenes y la controló. Era como la vida de Cayena.
‘¿Cómo regresé a ser Cayena?’.
Había sido abandonada por Rezef y vendida al Vizconde Guillian. Luego, al final, fue horriblemente asesinada por su demente esposo.
De repente, se dio cuenta de por qué estaba en esta condición.
‘Aquí es cuando bebí el veneno’.
No hace mucho tiempo, estaba en un banquete cuando bebió un poco de alcohol y comenzó a escupir sangre.
El Gran Salón resonó con gritos y llantos.
“De todas las cosas…”.
¿Por qué tenía que volver a este tiempo, cuando su cuerpo todavía estaba enfermo?
“¿Te has despertado?”.
La criada que estaba estacionada en la habitación se acercó a ella.
La criada le secó la cara con una toalla mojada y le arregló el cabello, como si fuera natural hacerlo.
Fue extraño. Casi había muerto, pero el estado de su belleza era aún más importante.
Sin embargo, ella solo cerró los ojos, sin poder detener a la sirvienta y sin razón para hacerlo.
“Comenzaré a limpiar su cuerpo”.
Sus damas de honor comenzaron a lavarle el cuerpo y a cambiarla con ropa nueva.
Cayena se perdió en sus pensamientos.
Rezef era un tirano terrible, un gobernante pobre y, como su hermana mayor, Cayena lo igualaba en su maldad.
No nacieron buenos en primer lugar.
Era cruel, impaciente e insolente. La ruina de Cayena fue no saber que él también sería igual con ella.
Rezef, su hermano menor.
‘Nunca pensaste en mí como familia’.
Cayena había sido completamente abandonada.
“Tráeme un espejo”.
Una dama de honor levantó un gran espejo y lo colocó frente a ella.
Con sus ojos azules, se miró en el espejo y rozó la mejilla de su reflejo.
Qué terriblemente hermoso.
La novela había descrito repetidamente la belleza de Cayena hasta el agotamiento.
Sin embargo, mirándose a sí misma, pensó que este tipo de belleza era casi un talento.
‘Pero al final, esta hermosa forma solo se usará como la muñeca del emperador’.
Este era el alcance del valor actual de Cayena.
Inmóvil, miró su cabello color limón en el espejo.
‘¿Estarán bien las cosas si no vivo como una villana en el futuro?’.
No. Todavía era una princesa del Imperio.
Mientras sus hijos fueran sucesores viables del trono, estaría sujeta a control constante por el resto de su vida.
‘En este momento, no tengo ningún poder’.
Todo lo que tenía era este rostro terriblemente hermoso.
Sabía que su valor no era mejor que el de un raro tigre blanco.
‘La belleza no es el verdadero poder’.
Esa era la realidad que Rezef le había enseñado.
Ella había experimentado personalmente cómo su poder era simplemente un espejismo, y podía ser despojado de ella en cualquier momento que él lo deseara.
“Me alegro de que al menos volví a un punto antes de que fuera demasiado tarde”.
Su padre, el Emperador, aún vivía. Esto significaba que todavía había una forma de contener a Rezef.
“Pero no queda mucho tiempo antes de que Rezef asuma el trono”.
Cayena necesitaba encontrar un lugar para escapar de Rezef.
“La única forma de lograrlo es casándose”.
Por supuesto, no podía casarse con alguien como el demente Vizconde Guillian.
‘¿Cómo puedo huir mientras engaño los ojos de Rezef?’.
Ya no quería vivir como una princesa. Aun así, no podía huir sin un plan.
‘Matrimonio’.
Cayena, desde el momento en que abrió los ojos, no tuvo tiempo de enojarse o dudar por la situación.
El palacio estaba lleno de esquemas y trucos.
Había regresado a un cuerpo envenenado, y había sido como una alarma; su conciencia se puso inmediatamente al borde.
Necesito a alguien que me ayude.
Si quería influir en Rezef, necesitaba que alguien actuara en su nombre.
Sin embargo, todas las personas a su alrededor fueron colocadas allí por Rezef.
Los ojos de Cayena miraron a todas sus damas de honor, una tras otra. Todos eran personajes sin importancia.
Entonces, su mirada se posó en un solo lugar. Era Vera, la dama de honor principal.
Cayena recordó que, en el pasado, era Vera quien estaba a cargo aquí.
Vera también era una de las personas de Rezef. En otras palabras, el lindo hermano menor de Cayena la estaba controlando incluso antes de que alcanzara la mayoría de edad.
Sabía que ya estaba en manos de Rezef, una marioneta danzante.
De todos modos, aquí no hay nadie que no sea del pueblo de Rezef.
Recordó la frecuencia con la que Vera aparecía en la novela.
Podría ser útil traer a Vera a su lado.
Cayena le preguntó a Vera dónde estaba Rezef.
“¿Qué pasa con Rezef?”.
“Creo que Su Alteza ha estado trabajando desde temprano en la mañana para investigar su intento de asesinato”.
Vera miró a Cayena y agregó.
“Este es un incidente importante. Escuché que se las arregló para reducir la lista de sospechosos considerablemente. Su Alteza nunca perdonará a quien te haya hecho daño”.
Muchos ojos seguían al Príncipe Rezef, quien estaba muy enojado porque alguien se atrevió a envenenar a la familia imperial.
“Ya veo”.
Respondió Cayena con gravedad.
Vera entregó la toalla mojada y el balde a la criada que estaba a su lado y miró a la princesa.
Cayena se recostó en el cojín con la mirada perdida y la tez azulada.
Su expresión tranquila era muy diferente a la habitual.
“Esperaba que me golpeara, al menos”.
Cayena no fue envenenada en su habitación, sino en la fiesta.
Sin embargo, teniendo en cuenta la personalidad de Cayena, era probable que aún hubiera golpeado a sus inocentes damas de honor, diciendo que no la habían apoyado.
Pero Cayena no gritó para llamar a Rezef ni para preguntarle qué estaba haciendo.
‘¿Estaba tan sorprendida?’.
Cayena no parecía sorprendida o asustada.
Sería un poco extraño decir que estaba actuando de esa manera porque estaba herida, pero Vera no tenía otra forma de explicar la situación.
Vera no pudo evitar sentir que se estaba gestando una tormenta.
Su mente estaba llena de especulaciones.
“Vera”.
Cayena llamó a Vera algo amable.
Traducción: Dashy
Corrección: Sumi
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