Poseí a la segunda hija de la casa Spencer y seré la esposa del gran duque maldito por tiempo limitado.
Como la autora original de la novela, asumí la responsabilidad y corregí la historia retorcida a voluntad.
La semilla del problema, era la maldición que fue levantada. ¡Ahora mi trabajo está hecho! Traté de volver al lugar donde solía vivir con un corazón ligero.
– “¿Pensaste que no sabría que ibas a ver a tu amante?”
¿De repente? ¿Piensa que soy una persona mala? ¿Está solo con un extraño malentendido?
– “Lo quieras o no, yo soy tu esposo”.
– “…”
– “Mi cuerpo y mi mente ya son tuyos”.
– “…”
– “Entonces, nunca, nunca te enviaré de vuelta”.
– …No, Gran Duque. ¡Por favor, dejeme ir a esa casa!
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