Como la única esperanza de detener la destrucción del mundo me vi obligada a sacrificarme por 99ª vez.
¡Esperaba que este fuera el final…!
“¡Ha nacido una niña!”
Y así comienza mi vida número 100.
Me harán una heroína y me sacrificarán de nuevo.
Eso fue lo que pensé,
“Gracias por nacer a salvo.”
“¡La hermana mayor salvará el día!”
“¿No puedes mostrarme tu carita sonriente?”
“Cariño, ¿me has echado de menos?”
Esta vida es un poco… ¿rara?
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