Fingir ser bueno, fingir ser débil, fingir ser lamentable.
Poseí el cuerpo de Gabriella Nashiret, una villana que lograba un combo de ira de tres piezas sobre el lector.
Y para escapar de mi muerte predestinada, solicité un matrimonio por contrato a Ernst Eckes, Gran Duque del Norte.
Así, lejos del lugar donde se desarrollan los hechos de la obra original, los tres años que pasé con mi marido fueron muy dulces.
Aunque aún así terminó todo con mi muerte.
“Si a ti y a mí nos dan la próxima vida, espero que nos reunamos”.
Pero, cuando desperté de nuevo, ¿descubrí que era la hija del hombre que me mató?
¿Incluso tengo que tener un matrimonio concertado con mi exmarido?
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